Ayer sábado 14 de agosto a las 6:58 de la mañana, nuestra casa ubicada
en Batuco, fue allanada, por un grupo de funcionarios del GOPE,
Labocar, y personal de la Fiscalía del caso "bombazos".
El operativo duró 7 horas.
En la casa nuestra se encontraba y viven en la actualidad, Bárbara mi
hija mayor, con un embarazo de 8 meses, y su compañero Manuel.
El ingreso de los funcionarios policiales fue violento, entraron
tratando de derribar la puerta de entrada principal de la casa, y
Bárbara con Manuel (su compañero) se despertaron con metralletas
apuntándoles, con palabras fuertes y órdenes, lo que configuró un
momento de mucho terror. A Manuel, lo tiraron al suelo apuntándole con
sus armas, mientras Bárbara pedía que la dejaran hacer un llamado.
Además, exigía que se le dijera y mostrara la orden que autorizaba
este allanamiento. Después de 20 minutos, le permitieron hacer un
llamado y nos comunicamos. Inmediatamente, David, la Pauly y yo
llegamos a Batuco.
Había una camioneta del GOPE, con 4 funcionarios, un perro
especialista en encontrar artefactos explosivos, cuatro funcionarios
vestidos de blanco, con mascarillas, y guantes, y, un civil que
anotaba lo que se iba incautando.
Después de ese primer instante de violencia, y ante la llegada de
nosotros, salió el capitán a cargo, que nos mostró la orden impartida
por el Fiscal Peña. Les pedimos con David que fueran lo menos
violentos posibles, dado el estado de Bárbara. Nos permitieron estar
con mi hija, fuera de la casa hasta las 13:00 horas, momento en el que
dieron finalizada la acción.
Bárbara, como, dueña de casa, y a quién ellos requerían, pues vi la
fotografía de ella en la ficha de los "buscados", o "sospechosos",
firmó la incautación de la "evidencia". Se llevaron, tres bicicletas,
dos notebooks, unas CPU, CD, Fotografías, celulares, documentos, ropa,
y muchas otra cosas más. El furgón de la Labocar se llenó de las
pertenencias de Bárbara, de Manuel, de mi nieta Antonia, y también
mías.
Desde hacía un par de meses estábamos, como familia, siendo
observados, tal vez con nuestros teléfonos intervenidos. En Agustinas
se presentó un Carabinero, diciendo que lo habían llamado desde el
teléfono nuestro solicitando presencia policial; y, señaló después que
era un error, pero consultó con la Yeya (91 años) los nombres de todos
los que vivíamos allí.
En Batuco, sucedió lo mismo hace un par de semanas atrás. También el
señor que cuida la entrada del lugar donde tenemos la casa en Batuco,
nos dijo que una camioneta estaba haciendo indagaciones porque había
un problema de orden económico en el área (...). Varias veces, la señora
que cuida la casa, vio una camioneta estacionarse frente a nuestra
casa, y en una oportunidad, preguntó lo mismo: Quiénes vivían allí.
Afortunadamente, este sábado Antonia, ni nieta de 11 años estaba donde
en la casa de su papá.
En el transcurso del allanamiento supimos que otras 17 casa habían
sido allanadas, y que 14 personas habían sido detenidas.
Mi hija y Manuel jamás han tocado un artefacto explosivo; jamás han
intentando hacer un acto de violencia. Tienen ideas políticas y
sociales que se relacionan con la lucha por la justicia, en contra de
la pobreza, etc.
Por esa razón considero que el allanamiento realizado en nuestra casa,
es un acto de violación de derechos humanos flagrante. A Bárbara y
Manuel no se les leyeron sus derechos, no se les permitió hacer un
llamado sino hasta 20 minutos después, nuestra casa fue asaltada con
violencia.
Si ellos tenían un perfil de Barbara, de Manuel, de la Antonia, y de
nosotros mismos, debían saber que allí no se encontrarían con ninguna
resistencia a hacer un registro de la casa, que es distinto; a
responder preguntas; a estar con un abogado si hubiese sido necesario,
y, además debían claramente haber sabido que Bárbara estaba con 8
meses de embarazo. La violencia de ese acto, puede precipitar el
nacimiento de mi segunda nieta...sin duda.
Somos una familia que ha luchado siempre en el marco del respeto de
los derechos humanos, y durante estos 20 años de democracia,
difíciles, complejos, jamás pensé que nos encontraríamos en una
situación así.
Les escribo a todos ustedes porque son mis amigos y familia, para que
se enteren desde la fuente, y no por otro lado. También para decirles
a todos(as), que tenía en mi casa mucho material de trabajo de CODEPU,
de Memoria Oral del pueblo mapuche, proyecto en conjunto con Villa
Grimaldi que fue incautado, y me preocupa.
Hiram Villagra y Federico Aguirre, asumirán la defensa de Bárbara y
de Manuel; entiendo que el mismo sábado se interpuso un recurso de
amparo. Es triste, que después de todo lo logrado durante estos años,
entre ellas tener tranquilidad, me sienta hoy, en una situación de
vulnerabilidad.
Los abrazo,
Viviana Uribe
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